LO QUE EL MAR ESCONDE

LO QUE EL MAR ESCONDE

Había una vez un niño, que vivía en un pueblo pesquero. Su familia, era muy pobre y vivían en una choza muy pequeña, pero pintada de colores. Era la más bonita del pueblo. El padre se dedicaba a pescar con su barca, mientras José –que así se llamaba el niño– iba al colegio y, en sus ratos libres, se dedicaba a bucear entre unas rocas que había allí cerca. Un día, un pez se acercó más que de costumbre, le hizo señas con su aleta para que le siguiera y se fue nadando un poco más lejos, donde había más profundidad. José, le siguió, y cuál fue su sorpresa cuando vio un barco que estaba allí hundido. Por la cantidad de lapas y algas que estaban pegadas al mismo, se deducía que llevaba allí muchos años. José se quedó asombrado y comenzó a explorar. Al día siguiente, sin decir nada a nadie, volvió al mismo lugar y se metió dentro del barco, donde le llamó la atención un cofre cerrado con un candado. Entonces lo sacó de allí y lo llevó a la playa que estaba solitaria y con la ayuda de una piedra lo rompió y así pudo ver lo que había dentro. Se quedó asombrado, cuando vio semejante cantidad de monedas de oro. Entonces llamó a sus padres, que se pusieron a bailar de alegría, ante semejante riqueza. –Primero compraremos una barca más grande y redes para poder pescar más y mejor, –dijo el padre. –Sí, sí, y podremos hacernos una casa más grande, con habitaciones para cada uno, y con cortinas y buenos muebles –Decía la madre. –Y yo, quisiera seguir mis estudios, y cuando los termine me iré a la capital a estudiar en la universidad, y me compraré una moto. –Manifestó el niño. –¡¡¡José, venga hijo, que se te hace tarde!!! Levántate que tienes que desayunar y ducharte para ir al Colegio. Él de un salto se sentó en la cama, y mirando a su alrededor vio que todo estaba como siempre, y que todo había sido un sueño… pero quien sabe, siempre queda la esperanza de que un día aparezca un pez y nos haga señas con su aleta.

Alejandro Rodríguez Payán

C.E.I.P. TARTESSOS Curso 5º B

ENHORABUENA POR ESTE PRECIOSO CUENTO ALEJANDDRO